Obed Campos

A muchos priistas de Nuevo León todavía se les llena la boca (y les brillan los ojos) con el nombre de Rodrigo Medina de la Cruz, a quien consideran una suerte de “gurú”, por no decir vaca sagrada.

Porfirio Muñoz Ledo lee poemas de Octavio Paz | Por Eloy Garza

Pedro me dijo: “Lo tildaste de borracho, para qué escribías eso”. Y yo le repliqué: “¡Y tú para qué me lo publicas!”. Un gran economista de izquierda, Armando Labra, ya fallecido y, a la sazón, coordinador de Asesores de la SEGOB, me aconsejó ir a pedirle perdón casi de rodillas a Muñoz Ledo, digamos que por razones de Estado. “Yo mismo te acompaño con el viejo gruñón”, me dijo.

Obed Campos

Por eso extraña, que, siendo tan, pero tan previsores los siervos y los encargados de cuidar las carísimas, preciadas y escasas vacunas contra el Covid-19, se les hayan echado a perder casi 5 mil dosis, ahora sí, porque no le tantearon el hielo a las hieleras.