Ah, ¡cómo pienso divertirme en las latitudes de Eloy Garza! | Plácido Garza
Plácido Garza
Mi primer artículo en la hoy cuatrimesina www.detona.com evocó mi convivencia con a quien de cariño llamábamos el “Lic” Gerardo Maldonado
“Le llamábamos”, sí, porque tuvo la mala ocurrencia de morirse hace varios años, para desgracia de muchos y principalmente, para las generaciones de talentos artísticos -además de sus respectivas carreras y profesiones- del Tec de Monterrey.
El título que escogí al detonar mi primer artículo el 1 de octuhambre del pandémico 2020, fue ¡Que nos vaya a toda madre!. Aquí les adjunto la respectiva liga para que no vayan a creer que me estoy acomodando a lo que en seguida quiero platicarles. ¡Arre!
https://detona.com/articulo/que-nos-vaya-toda-madre
Ese se conecta con otro al que le puse “Vamos a divertirnos”, que publiqué en la Revista “Arte, Cultura y Sociedad”, de mi amigo Roberto Garza, y que por alguna misteriosa razón no he publicado en detona. Pero ahora que lo traigo a colación, claro que lo voy a meter ahí, nomás eso faltaba.
Aquí tienen la liga de ese otro
https://www.arteculturaysociedad.com/2020/10/vamos-divertirnos-placido-garza-octubre.html
Bueno, ahora sí. Apenas detonamos el primero y ensoñador artículo de mi querido amigo Eloy Garza
https://detona.com/articulo/detona-mis-pasiones-colaborar-con-placido-garza
me envió este mensaje: “Nos vamos a divertir mi querido Plácido”.
Filosofía pura. Y qué otra cosa podría esperarse de alguien que es abogado titulado; que tiene una Maestría en Letras; otra en Tecnologías de Información y que por encima de todo eso, posee una calidad humana que no cabe en muchos mundos.
Por los azarosos y frenéticos días que vivimos, mi primer artículo en la Latitud de mi querido amigo Eloy, no fue éste que hoy escribo, y quise hacerlo para reiterar los gustos afines a los que se refiere con tan nobles palabras.
A diferencia de la anécdota que cuenta sobre lo que de mí piensa uno que otro colega medio chairo, de Eloy solo escucho líneas positivas.
Cayeron a mi correo, a mi Whatsapp y hasta llamadas de un montón de gente que me felicitó por tan brillante fichaje para mi detona.
Ni batallé, porque bastó una llamada para que se hiciera la calabaza.
Eloy detona ya sus amenos artículos y yo los irreverentes míos en sus latitudes.
y ¿saben qué? Nos vamos a divertir diamadre.