El brete de la ley Zaldívar

Paco Villarreal

No me sorprende, pero nadita la vehemencia sobreactuada del líder nacional panista cuando se trata de acarrear heces contra todo lo que huela incluso remotamente a López Obrador. Me parece que los priistas son un poco menos emotivos, dejan eso al efecto dramático de sus promocionales. Estaba leyendo que don Marko, con su rollo mefítico acostumbrado, afirmó que sus huestes andan metidas en el brete de desplegar todas sus habilidades sofísticas para llevar un recurso legal ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Todo para echar abajo la “Ley Zaldívar”, mal nombrada así porque no es de la autoría del Ministro Presidente de la SCJN. Ya entrado en gastos debería hacer lo mismo para desmentir a Leibnitz y que Aquiles no le gane a la tortuga de Zenón.

A mí, que no sé demasiado de leyes como no sean las de Newton y de Chente (la del monte), me parece correcto que se intente echar abajo una reforma que a todas luces está hecha con un propósito, que no es precisamente corregir imprecisiones en la ley. Hasta donde distingo, no se trata de la reforma al Poder Judicial, sino de un cachirul que metieron los de Morena. El propio presidente López ha sido franco al decir que esa ampliación del ministro Zaldívar en la presidencia de la Suprema Corte, beneficiaría el régimen que a duras penas intenta consolidar la 4T.

Yo creo que antes de llevar las cosas a extremos, deberíamos conocer un poco más cómo está constituido ese “supremo” tribunal. Es un poder del estado, que debería ser autónomo y, además, el más respetable de todos… algo que es fácil de conseguir en vista de la calaña de los otros dos poderes. De hecho, se deberían divulgar nombres y apellidos de los ministros, pero no solamente los que están en el Acta de Nacimiento, también los de cada Pater Putatibus que les consiguió su magistratura (Presidente y expresidentes). Tal vez así todos podríamos comprender mejor que la oposición se opone no a una “atrocidad” contra la Constitución, sino a perder posiciones vitales para las atrocidades legales que ellos han estado cometiendo contra la Constitución y contra los mexicanos durante muchos años. Morena hace lo suyo, lo mismo que hicieron antes PAN y PRI al imponer magistrados afines. Les dan, digamos, una sopa de su propio chocolate, sólo que este cacao resultó bastante amargo para todos.

La batalla legal que se viene, no será entonces una lucha por la democracia y por el pueblo mexicano, sino una pelea entre facciones. No es el interés de México el que se debatirá, sino el choque de trenes entre dos visiones diferentes de un gobierno nacional. Visiones que, en el fondo, están bastante emparentadas. Así que diga don Marko misa, o cualquier otro partido de la orquesta neoliberal (dizque), no me importa el resultado de sus averiguatas en la corte. El sólo hecho de llevar estas cosas a los tribunales es ofensivo para la naturaleza misma de las leyes y una atrocidad para la Constitución. Deberían decidir este asunto en una ordalía legislativa: campeones de ambos bandos y ver quién mea más lejos, una carrera a la “pata coja”, “manitas calientes”… No sé, podrían pedir asesoría a la producción de “Me caigo de risa”. Para los ciudadanos sería por lo menos tan inútil como divertido.
Por cierto, me mueve a risa la apocalíptica profecía de que la “ley Zaldívar” es la antesala de la reelección de don Andrés. ¡Y lo dicen quienes abrieron la puerta a la reelección en México para perpetuar a individuos y no a ideas en el poder! ¿Esto no es dictadura? Para mí que al tabasqueño ya le anda por irse a su rancho a cuidar sus arbolitos.

Pero ya columbro que tendremos que digerir el grotesco espectáculo en las cortes, y junto con el de la “Ley Zaldívar”, los de Félix Salgado Macedonio, los candidatos panistas metropolitanos, más lo que se acumule. Diría el buen don Lope, y cito:

“Pleitos, a vuestros dioses procesales
confieso humilde la ignorancia mía;
¿cuándo será de vuestro fin el día?
Que sois como las almas, inmortales.
**
“Hasta lo judicial perjudiciales,
hacéis de la esperanza notomía,
que no vale razón contra porfía
donde sufre la ley trampas legales.
**
“¡Oh monte de papel y de invenciones!
Si pluma te hace y pluma te atropella,
¿qué importa Dinos, Baldos y Jasones?
**
“¡Oh justicia, oh verdad, oh virgen bella!
¿cómo entre tantas manos y opiniones
puedes llegar al tálamo doncella?”

Y los ilustres don Dino, don Baldo y don Jasón no me dejarán mentir, ni a don Lope.

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