Churchill para políticos mexicanos (solo Muñoz Ledo lo imita) | Por Eloy Garza

Finalmente, más que gritón, Churchill era irónicamente tajante. De ahí su consejo a un general que vociferaba órdenes desde el cuarto de guerra, en mitad de uno de los bombardeos alemanes a Londres. Churchill intentaba hacerse oír entre la explosiones ensordecedoras hasta que pudo acercar su boca a la oreja del subordinado: “señor general, hágame el favor de no perder nunca el estilo”.