Ya sé quienes van a ganar en NL el 6/6…
Irreverente
Plácido Garza
Les platico: quien me dio la pauta se llama Sergio Ruiz Castellot, Vocal Ejecutivo de la Junta local del INE.
Los partidos o las opciones “independientes” que hayan “aceitado“ mejor a sus fuerzas logísticas territoriales, esos van a ganar.
La razón es bien sencilla: quien va a tener la paciencia que Sergio pidió para aguantar estoicamente las largas filas que se formarán en las casillas
El funcionario electoral pidió que seamos pacientes porque el proceso va a ser un poco más tardadito.
Entonces, por un lado están los que vamos a ir a votar sin que nos hayan “organizado” en la cuadra, y en el otro estarán los que no solo fueron “organizados”, sino aleccionados, entrenados, conminados, exhortados,monitoreados, registrados, motivados, enlistados, asistidos, transportados, y que serán pastoreados para cumplir con el sacrosanto deber cívico de ir a votar.
Así, habremos dos tipos de votantes:
A.-
Los que libremente estaremos dispuestos a chutarnos la espera en la fila, tomándonos distancia de a metro y medio por chompa, sabrá el Dios de Spinoza por cuanto tiempo y sin más motivación que el deseo de que ganen los que gracias a los panorámicos o a los bailongos creemos que son los mejores.
B.-
Los que harán fila porque ya fueron y serán premiados… o advertidos, pues el sistema tiene ojos hasta en la nuca y puede meterse a vernos hasta en la privacidad del baño… o de la urna.
Sí, es cierto, habrá observadores que cuidarán que no haya chanchullos en las casillas y sus alrededores.
Pero también los habrá para asegurarse de que los rebaños de “inmunizados electorales” aguanten calladitos y bien portaditos en las largas filas de los centros de votación.
Van a ganar los que ya invirtieron y van a perder los que no tuvieron con qué… invertir.
Fatalista? No, realista.
Negativo? No, realista.
Esa es la cosa. Vamos a vivir la crónica de algo que se gestó no al inicio de las campañas, sino desde mucho tiempo atrás, cuando los nombres de los operadores políticos se mantuvieron en sus puestos y sus partidos… o mutaron de colores.
Lo demás, es cuento de hadas para los ingenuos que todavía le soplan a la méndiga velita que alguien le plantó al gansito o al pingüino, porque no alcanzó para el pastel.
A ti te lo digo, mijo, entiéndelo tú mi nuera.
CAJÓN DE SASTRE
Tan tan.