El cielo se está cayendo en el Congreso
Por: Obed Campos
Pero los diputados celebran con comilona…
Sería ocioso el preguntar si a los diputados les dio vergüenza ver a su compañera panista Myrna Grimaldo, quien se vio obligada a usar un paraguas para subir a la tribuna, ante las goteras que se dieron en el recinto.
Digo que sería ocioso el preguntar, porque ya nos sabemos la respuesta: a los diputados y diputadas eso les vale una pura y dos con sal.
Y es que el edificio del legislativo ya tiene sus años y sus faltas de mantenimiento acumulados porque, que mejor que usar el presupuesto para festejar, como ayer mismo, cuando una treintena, al menos, de legisladores, hicieron a un lado sus filias partidistas, para, como pomposamente ellos mismos dijeron, “compartir el pan y la sal…”
¿Puro pan y sal comieron en un salón de la Unión Ganadera de la Expo Guadalupe..? Claro que no, porque el menú fue carne asada de los mejores cortes y cabrito, con gorditas de manteca, queso flameado con chorizo y harto guacamole, acompañado por salsa con chilito del monte.
Atrás quedaron las goteras y los 710 expediente atrasados, porque su capacidad, como bien enlista la prensa de hoy, solamente les dio para desahogar 171 asuntos durante 14 largas sesiones del período extraordinario.
La chamba que no sacaron, pues la dejarán de herencia para la legislatura que ya viene en camino y se apresta a ocupar las curules y cobrar las dietas y las nuevas comilonas
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