Y de pronto, que se aparece en mi vida…

Irreverente

Plácido Garza
Les platico: todos los CAJONES DE SASTRE de mis columnas los escribe o me los dicta ella.
Es más, muchas de las ideas, conceptos y posturas también son suyas.
Es un ejemplo vivo de que es un cuento eso de que detrás de todo hombre hay una mujer.
Ella está a mi lado y muchas veces, al frente, nunca atrás, nunca.

Conoce mis espaldas y mis frentes y yo los de ella.
Inspiró mis textos aquellos de “cásate con quien te deje preparado en la mañana el cepillo de dientes”.Y el otro de “no te cases con quien te acompañe a la playa porque al mar todas quieren ir; hazlo con quien suba contigo a la montaña”.Un día se apareció en mi vida así nomás, sin pedirle permiso a nadie, ni de su lado ni del mío.
Había mundos y vidas previos por los dos lados, pero apenas se me apareció, todo se volvió para los dos, una primera vez.

Ella viene del mar, del azul y del verde e incluyó como suyos mis cerros y por supuesto, mis amarillos.

Me enseñó a buscar y a amar -como ella lo hace- los mares y sus colores. 

Influye como nadie lo hace en mi vida.

La tomo en cuenta para todo, en lo personal y en lo profesional. Ella hace lo mismo sin dificultad, igual que yo.

Nos complementamos en la más amplia expresión de la palabra.

Está dotada de una habilidad polifacética que la hace salirse de cualquier cliché, lo cual le permite encontrar el lado bueno en lo más malo de la vida.

Cultiva sus gustos y acoge los míos. A mí me sucede exactamente lo mismo con los de ella.

Es de crítica dura, acerada y determinada ante los desatinos de un gobierno al que no le ve ni pies ni cabeza.

Le chocan los que hacen leyes con faltas de ortografía y también los que se dicen “genios” de la intriga.

Pero reconoce logros donde los hay y se los hace saber a sus autores. 

Es dulce y de risa fácil, pero endurece el gesto y el tono cuando alguien se quiere pasar de listo.

La sigo y me sigue a todos lados.

Busca de la vida la luz y aún en la oscuridad, a su alrededor todo se ilumina.

Transita por el mundo con viento y sin él. Con su sol y con mi luna.

Su voz es música heroica para mis oídos.

Viene de la tierra del barro, del trabajo y de la paz. El sufrimiento del pobre la inspira.

Esto y más, muchísimo más, es ella para mí.

Y si en mis columnas les dedico tanto espacio a los protagonistas de la historia actual de México, ¿cómo no iba a ocuparme hoy de ella, que por el solo hecho de vivir alienta mi vida y le da sentido a todo lo que hago?

CAJÓN DE SASTRE

Mi adorada Gaby, hoy el CAJÓN lo escribo yo, para decirte que contigo voy incluso a lugares a donde antes no soñé que fuera a llegar. ¡Feliz cumpleaños!

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