El mito y el tiempo de los influencers
Irreverente
Plácido Garza
Chicago.- Les platico: al que logra que otros cambien sus preferencias políticas, sociales, económicas, hoy se le llama influencer.
A quien provoca que otros cambien sus conductas y comportamientos personales y profesionales se le reconoce -siempre- como a un líder.
Esa es la diferencia de lo que ocurre alrededor de los medios y las redes sociales.
LOS P3ND3JON3S
En las pasadas elecciones ganaron terreno los influencers, pero esto es tan efímero como la fama que se “sustenta” en likes y seguimientos rankeados por algoritmos pagados por políticos, gobiernos y partidos medio p3nd3jon3s, porque creen que con eso tienen para sentarse ahora a disfrutar las mieles que vienen del cielo cual divino maná.
Lo paradójico del asunto es que quienes hoy se alzan con la victoria se parecen a los que se quedaron chiflando en la loma en que si ocuparon a influencers para ganar y perder en sus afanes, cometerán un gravísimo error si los siguen contratando para, gobernar, unos, y resurgir a la vida política, los otros.
SE JACTAN Y SE JUSTIFICAN
Los influencers se jactan hoy de haber sido los que hicieron ganar a unos, y se justifican -los otros- de haber mandado al carajo a quienes mordieron el polvo.
A los del lado de la victoria ya les pagaron.
A los de la esquina de los derrotados, los traen como jamelgos de molienda, a la vuelta y vuelta.
Se les olvida a los perdedores, que la deuda más sagrada es la que se paga aún no ganando.
Su resurgimiento dependerá en gran medida de que honren sus compromisos, porque si se hacen güeyes, les va a ir peor.
SE ACABÓ EL TIEMPO DE LOS INFLUENCERS
Tienen enfrente -ganadores y vencidos- el reto de ya NO buscar más a los influencers.
Esos ya les “ayudaron” a ganar o perder, porque en las elecciones del pasado 6 de junio, el razonamiento se quedó afuera de las mamparas donde fueron cruzadas las boletas.
Y -recuerden- los influencers mueven entrañas, tripas, estómagos y si acaso, corazones.
Esos órganos fueron los que les dieron el triunfo a unos y la derrota a otros.
Los influencers ayudaron a cambiar preferencias del momento -recuérdenlo- no conductas ni comportamientos que trascienden en el tiempo.
El 6/6 pesó más el deseo de darle en su madre a un partido, a un gobierno, a un pelele candidato, no nos hagamos como que la Virgen nos habla.
El verdadero poder de gobernar radica ahora en que quienes ganaron busquen para tenerlos cerca, a los que con su jale, pueden cambiar comportamientos y conductas en los gobernados.
DESDE MI IRREVERENTE TRINCHERA…
… les cedo a los influencers el “honor” de ostentarse con el pomposo, acedo y caduco título de “líderes de opinión”.
Porque hoy, la opinión es intrascendente, pues cambia veleidosamente según los estímulos efímeros del momento.
El político se distingue del estadista en que el primero piensa en elecciones, y el segundo, en generaciones.
Para lograr lo segundo, quienes ganaron e incluso los perdedores en las elecciones, necesitan ahora a los que pueden cambiar comportamientos y conductas.
Su reto? Encontrarlos…
CAJÓN DE SASTRE
“Ocúpense, señores”, les recomienda la irreverente de mi Gaby.
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