AMLO contra Nuevo León a causa del agua

Eloy Garza González 

En Nuevo León sufrimos periódicamente a causa del agua. A veces nos cae mucha y sufrimos graves inundaciones. A veces nos cae muy poca y sufrimos graves sequías. Así nos damos cuenta de que el agua es muy valiosa. 

Hoy sufrimos una sequía terrible. Las tres presas están casi vacías. Por fortuna (en teoría) formamos parte de un país. Somos uno de los 32 estados que integran la República Mexicana. 

Cuando un estado sufre una crisis, los demás lo ayudan. Por eso firmamos un pacto federal. Aportamos nuestros impuestos a la Federación y ésta nos regresa una parte del  dinero que le damos para construir obra pública. 

Hoy nos faltan recursos para resolver el problema de la sequía. Una opción es construir un largo acueducto desde el río Tampaón, afluente del Pánuco. Muchos creemos que esa es la solución más viable (sin descartar otras). 

Hace años, a esa solución la llamaron Monterrey VI. Fue una cosa muy controvertida y parecía plan con maña. Hubo sospechas de corrupción y muchos nos quejamos del proyecto.  

Pero que se planee mal una obra, no significa que la solución no sea esa: traer agua del río Tampaón, que pasa por San Luis Potosí. 

Sin embargo, el gobernador de San Luis Potosí ya dijo que por nada del mundo nos compartirá su agua a los nuevoleoneses. Este señor poco le faltó para insultarnos. Y para empezar, no es su agua. Como todos los recursos naturales, el agua es de la nación. 

La decisión de compartir el agua no la decide un gobernador, la decide el gobierno federal a través de la Comisión Nacional del Agua. ¿No quedamos en que todos éramos México? 

Además, San Luis no pierde nada compartiendo un poco de su líquido vital. Sería un gesto entre mexicanos. 

Así que los nuevoleoneses fuimos a pedirle al presidente López Obrador que nos ayudara a solucionar el problema del agua, que cada día se nos torna más grave. 

El Presidente nos dijo en su Mañanera: “no les puedo dar agua a los nuevoleoneses si el gobernador de San Luis no quiere”. 

Como si la decisión fuera del gobernador de San Luis y no suya. 

Pero luego vino lo peor: el Presidente dijo que para él la única solución era seguir construyendo aquí la llamada Presa Libertad. 

Tenemos tres presas casi vacías y la respuesta del Presidente es seguir construyendo otra cuarta presa. O sea, que en vez de tener tres presas vacías en unos años, vamos a tener cuatro. ¡Bonito remedio! 

Si unos empresarios de aquí que no quieren al presidente gastan agua de más, ¿qué culpa tenemos los demás nuevoleoneses? ¿Vamos a pagar justos por pecadores? ¿Nos va a tratar como mexicanos de segunda o de tercera porque somos de Nuevo León? ¿Pues qué mal le hicimos para que nos trate con la punta del pie? 

Viene de gira el Presidente a Laredo y habla de dar dinero a la aduana de esa ciudad, no a ayudarnos a resolver la sequía. Sobre el tema de la falta de agua en Nuevo León prefiere no hablar. 

Tú cómo regiomontano cuál crees que sea la mejor opción: ¿comprarnos un tinaco para hacer nuestra presa chiquita en cada casa, o salir a la calle a protestar por el mal trato que nos da la Federación? 

¿No crees que es una burla lo que nos hace el gobierno federal? ¿No crees que ya deberíamos quejarnos unánimemente en contra del centro?¿No crees que ya deberíamos recordarle a la Federación que nosotros también somos mexicanos? ¿O prefieres esperar a que salga la última gota de agua de nuestro grifo para rezar un Padre Nuestro y resignarnos porque Dios así lo quiso? 

Es hora de actuar.

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