Defender a un p3nd3jo te define, aguas.
Irreverente
Con uno de éstos, ni a misa, porque se voltean pa´ donde suena el órgano.
Plácido Garza
Nueva York.- Les platico que hoy me toca… ir a mis citas en el NYT y al distrito financiero de la urbe -y la ubre también- de hierro, pero se me hace que mejor me voy antes de museos, no los vayan a cerrar por lo que les diré aquí abajito.
Es que aquí en NYC están aplicando el principio del “fuera máscaras” y no se dan cuenta de que López-Gatell ya nos está previniendo de sepa la fregada que será eso de la nueva “cepa” del COVID que viene partiéndoles la mandarina a sabrá el Dios de Spinoza cuántos terrícolas más.
El tema -sin embargo- de mi alocución epistolar del día de hoy es narrarles lo que sucede cuando alguien se pone a…
Defender a los p3nd3jos.
Por ejemplo, a Ricardo Monreal en sus peripecias legislativas enredándole la pita a su creador-jefe-piloto- que lo puso ahora donde está y que se siente muy útil como senador y por eso quiere que Marcelo y la Claudia se terminen de colapsar para tirarse por la grande.
Por ejemplo, a Napoleón Gómez Urrutia, que por si nadie se acuerda de él -por lo calladito y sumiso que ha estado desde que arrancó la serie de la pandemia, que ya va para dos temporadas- sigue siendo el senador plurinominal extraído de su auto impuesto exilio canadiense por AMLO.
Tan bien que estaba en Vancouver -se ha de decir el mentado Napito- disfrutando del clima veraniego de la Canadá del Pacífico.
“De haber sabido la calladota de boca que me tenía deparado el “gran jefe”, allá me hubiera quedado a acabarme los $52 millones de dólares que les driblé a los 870 mineros de Cananea”, ha de decir.
Por ejemplo a Manuel Bartlett, autor indiscutible de los apagones masivos que están terminando de fundir a la industria nacional y a joderles la vida a los indefensos mexicanos que tienen que salir a las calles para protestar, porque en la CFUE nadie responde y las cuadrillas de mantenimiento, menos.
Por ejemplo a Octavio Romero Oropeza, por la forma babeante y balbuceante con que pregona que la compra de la chatarra esa de refinería de Deer Park, Texas fue la inversión de PEMEX del siglo, que digo del siglo, de la historia de la humanidad.
Por ejemplo a Olga Sánchez Cordero coautora del libro “Cómo desaparecer la gobernanza de un país en tres pasos: 1,2,4”.
Por ejemplo a Marcelo Ebrard, por lo jabonosa de su piel cuando se ostenta como paladín del transporte público subterráneo y a veces elevado que se echa un clavado por los pernos mal puestos que le puso la constructora de Carlos Slim a la línea 12 del Metro que un día -según él- se cayó de “uso” y no del abuso con que se hicieron contratos, asignaciones directas y mochadas.
Por ejemplo al mismo Carlos Slim, amo y señor de las arrodilladas presidenciales desde hace 5 sexenios, por estarse tragando a México mientras el mismo país se hunde en un océano de desgobierno que vuelve más pobres a los pobres, menos medianos a los de la clase media y más ricos a los acaudalados.
Por ejemplo a muchos otros más de quienes me iré ocupando en los planos nacionales y estatales -de NL- tan pronto como el acelere de la “ciudad que nunca duerme” me lo permita.
CAJÓN DE SASTRE
“Ándale, aquí te esperamos”, dice la irreverente de mi Gaby, con un pie puesto en el estribo -del metro- para irnos de museos hoy. Ya lo pensé bien, mejor le damos al MET, mañana al MOMA y ahí pa´l jueves o viernes a Wall Street.
.
.
.
.
.
.
.
.